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martes, 8 de julio de 2008

Básico, No Básico y Dirigido.

¿Lo recuerdan, cierto?, era emocionante, esta crónica se la dedico a mis hijos. 

A pesar de todo, yo fui una niña feliz, creo que la mayoría de los niños cubanos lo son y lo han sido siempre, los padres en Cuba tienen la grandeza de sobreponerse a las necesidades más básicas y vivir disfrutando de sus hijos con mucha alegría y firmeza, sin ocultar los problemas y las necesidades, pero con dignidad, al estilo de la película “La Vida es Bella”, los niños piden, en todas las épocas y países han pedido, pero los padres en Cuba dicen simplemente NO porque “la cosa está apretá”, el niño entiende señales claras y se va a jugar porque tampoco nadie le da esperanzas de que afloje. 

Cuando era muy chica los juguetes llegaban con los reyes magos, el día 6 de enero, la semana antes los exponían en las tiendas y esa misma noche mi mamá me llevaba a verlos, yo pegaba la nariz a cada vidriera y cada cosa que veía me gustaba más, los quería todos, claro que después tenía que elegir uno o dos, ¡que difícil¡ , mi mamá pasaba casi una semana haciendo una Cola que duraba las 24 horas, se turnaba con las amigas y algunos familiares que le cuidaban el número para poder alcanzar el juguete elegido, tenía 4 años cuando tuve mi primer coche con una muñeca que se llamaba Loreta, ¡era hermosa¡, el coche era genial, se acostaba, se sentaba, tenía techo, me duró toda la niñez, después lo usó mi hija y después mi sobrina, eso se llama extender la vida útil de las cosas, a cada niña le entregábamos el coche retocado y la hacíamos jurar que lo cuidaría para sus hijos y los hijos de sus hijos.

El colmo de la inocencia es que a pesar de que yo había elegido los juguetes, mi mamá me explicaba que se exhibían para que los reyes magos supieran que querían los niños y después los complacía, la magia continuaba. 

Un día la magia se rompió, la repartición con Colas no era “equitativa”, alguna mamás como la mía siempre se las ingeniaba para ser de las primeras, eso es injusto, decían, así que la repartición sería “Aleatoria”, en la libreta te habían asignado un código y una tienda para comprar, todo un complejo sistema que pretendía regular la cantidad de cosas que cada cual compraba. En esa tienda sorteaban los números de acuerdo a la cantidad de integrantes niños de la libreta, por tanto a cada niño le tocaba un número y a cada número el derecho de comprar 3 juguetes, el Básico, No Básico y el dirigido, en ese mismo orden de importancia. 

A pesar de mi pasión por la estadística, el azar no me favorece mucho, por lo cual siempre me tocaban los últimos números, y por tanto, la posibilidad de comprar los mejores juguetes, fue mi primer choque con la historia de mi familia. Mi papá decía que uno tiene lo que se propone en la vida, y que solo tiene que esforzarse para lograrlo, yo tenía el juguete que me “tocaba”, nada que ver con el esfuerzo, ni las buenas notas, ni el buen comportamiento, dependía solo del número que salía del “bombo”, por suerte como había ido a la catequesis, pensaba que portándome bien Dios me miraba y en una de esas sacaba el Nro 1 el próximo año, pero nunca pasó. Ahora entiendo que Dios me estaba entregando mucho más que un Básico, un No Básico y un dirigido.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si lo recuerdo muy bien, a mi me toco los Juguetes en "LA COPA" Miramar, y en 12 y 23 del vedado porque paso algo y tuve que ir a otras tiendas, creo que a lo ultimo antes de suspender los Juquetes a los niños, te dieron la opción de seleccionar la tienda que querías o algo así no se, tal vez fue negocio de mis padres.

Las colas y las matazones eran inmensas, cientos de cientos de personas, los pobres últimos no tenían la oportunidad de tener un juguete decente, recuerdo que el precio no era importante si no el juguete en si, y cada niño salia mostrando lo que pudo conseguir.

Era un día alegre para los que lograron llegar los primeros días "el día de los reyes" y una vergüenza internacional para el pueblo de Cuba, que estaba ajeno a su realidad como pueblo misero y explotado.

Al igual que los juguetes para niños, Castro también suspendió "Las Ferias" "Los carnavales" "Los Clubes nocturnos" En fin, todo aquello que proporcionaba alegría, Fidel Castro lo elimino.

Alex