Al inicio de los años 70 la lista de prohibiciones en Cuba ya era muy larga, nunca supe dónde estaba escrito todo lo prohibido, pero si sabía que todos lo decían y cuándo alguien trasgredía las reglas se notaba en acciones de aislamiento y represión.
Probablemente el blog completo no me alcance para hacer la lista, trataré de recordar las cosas más emblemáticas. Una de las más notorias e incomprensivas prohibiciones era la de artistas, entre los que no se podían escuchar estaba Julio Iglesias, Roberto Carlos, José Feliciano, Oscar de León, etc., no tengo claro que hizo cada uno para negarles las posibilidad de ser escuchados en Cuba, pero seguramente emitieron alguna opinión acerca del sistema, ¿qué tiene que ver la música con las opiniones de cada cual?, no lo se, pero en todo caso para el marxista el que no piensa como ellos no tiene derecho a llamarse humano.
La prohibición de comunicarse con la familia en el extranjero (los gusanos), creo que fue la más dolorosa y provocó heridas que aún no se sanan, aunque fuera tu madre, tu hermano, el que salía de Cuba abandonando el proyecto marxista es traidor y comunicarse con un traidor es Diversionismo Ideológico, algunos privilegiaron la familia por encima de cualquier cosa, otros simplemente cortaron el lazo mas sagrado que tiene un ser humano, la relación con su familia, seguramente sufrieron el resto de su vida.
La prohibición de tener imágenes de los santos en las casas era más absurda aún, el Sagrado Corazón de Jesús, típico de las casas de todas las abuelas, fue a parar cajones, escaparates y algunos lamentablemente a la basura, no hay que pedirle a Dios que nos ayude cuando nosotros lo abandonamos con tanta facilidad, hay que tener vergüenza.
Prohibido escuchar cualquier radio extranjera, prohibido usar ropa norteamericana, tuve un jeens de marca Lee y le arranqué la etiqueta.
Prohibido criticar ni la más mínima acción del sistema ni sus dirigentes, pobre del que se le ocurriera decir algo del comandante en jefe, prohibido quejarse de las necesidades, prohibido lamentarse del control policial y de los constantes registros que podían hacer a las casas buscando alguna huella de lo prohibido.
Prohibido pensar en contra del marxismo, prohibido hablar, relacionarte o visitar a aquellos que habían tenido algún "problema político".
Prohibido vivir, prohibido respirar para el que tuviera la más mínima intención de ser libre, esa es la libertad que ganamos en 1959.
Por eso no encontré nunca la lista de prohibiciones, era tan larga que prefirieron escribir lo que tenía que hacer un cubano, era simple, Adorar, Adorar y Adorar la revolución.
Probablemente el blog completo no me alcance para hacer la lista, trataré de recordar las cosas más emblemáticas. Una de las más notorias e incomprensivas prohibiciones era la de artistas, entre los que no se podían escuchar estaba Julio Iglesias, Roberto Carlos, José Feliciano, Oscar de León, etc., no tengo claro que hizo cada uno para negarles las posibilidad de ser escuchados en Cuba, pero seguramente emitieron alguna opinión acerca del sistema, ¿qué tiene que ver la música con las opiniones de cada cual?, no lo se, pero en todo caso para el marxista el que no piensa como ellos no tiene derecho a llamarse humano.
La prohibición de comunicarse con la familia en el extranjero (los gusanos), creo que fue la más dolorosa y provocó heridas que aún no se sanan, aunque fuera tu madre, tu hermano, el que salía de Cuba abandonando el proyecto marxista es traidor y comunicarse con un traidor es Diversionismo Ideológico, algunos privilegiaron la familia por encima de cualquier cosa, otros simplemente cortaron el lazo mas sagrado que tiene un ser humano, la relación con su familia, seguramente sufrieron el resto de su vida.
La prohibición de tener imágenes de los santos en las casas era más absurda aún, el Sagrado Corazón de Jesús, típico de las casas de todas las abuelas, fue a parar cajones, escaparates y algunos lamentablemente a la basura, no hay que pedirle a Dios que nos ayude cuando nosotros lo abandonamos con tanta facilidad, hay que tener vergüenza.
Prohibido escuchar cualquier radio extranjera, prohibido usar ropa norteamericana, tuve un jeens de marca Lee y le arranqué la etiqueta.
Prohibido criticar ni la más mínima acción del sistema ni sus dirigentes, pobre del que se le ocurriera decir algo del comandante en jefe, prohibido quejarse de las necesidades, prohibido lamentarse del control policial y de los constantes registros que podían hacer a las casas buscando alguna huella de lo prohibido.
Prohibido pensar en contra del marxismo, prohibido hablar, relacionarte o visitar a aquellos que habían tenido algún "problema político".
Prohibido vivir, prohibido respirar para el que tuviera la más mínima intención de ser libre, esa es la libertad que ganamos en 1959.
Por eso no encontré nunca la lista de prohibiciones, era tan larga que prefirieron escribir lo que tenía que hacer un cubano, era simple, Adorar, Adorar y Adorar la revolución.